¿QUÉ PINTARÍAS EN UN LIENZO PARA REPRESENTAR LA PAZ?

Si tuvieses que pintar un cuadro que representase la paz, ¿qué pintarías? 

Una vez leí una historia, de un rey que les pidió a dos de los mejores pintores que

pintasen un cuadro que representase la paz. El cuadro que mejor lo representará, sería

colgado en la cámara privada del rey, para así poder ser admirado cada día por él en

sus momentos de reflexión. 

Pasó un mes y los dos pintores fueron citados en palacio, y trajeron con ellos sus

lienzos acabados. El rey analizó el primero: era un precioso paisaje de primavera, con

campos verdes que se extendían junto a un lago que, como si de un espejo se tratase,

reflejaba el azul del despejado cielo. Los colores eran cálidos, y frescos a la vez. ¡Era

una obra de arte! Satisfecho, el rey pasó a analizar el segundo cuadro. Era una tempestad. En medio de la oscuridad del cuadro, podía intuirse el viento azotador y la lluvia, que dejaban todo tipo de desorden a su paso. Las aguas del riachuelo estaban agitadas, y las hojas de los árboles se conmovían por la braveza de la tempestad. En uno de esos árboles,

precisamente, se podía ver a un pájaro. Ese pájaro estaba en su nido, cantando con

gran alegría, ajeno a todo lo que estaba ocurriendo a su alrededor. Había, de hecho,

una especie de luz que salía de él, y que hacían de él casi una lámpara en medio de

las tinieblas.  El rey se quedó conmovido. Este cuadro reflejaba su experiencia personal.

Qué interesante es saber que la mayor paz no se experimenta en los cálidos días de

primavera, sino en medio de las tormentas de la vida. Ahí es donde Dios quiere que yo

aprenda a confiar. Ahí es mi tiempo de formación y crecimiento. Donde enfrento mis

miedos, inseguridades, temores, en fin, me enfrento a mí misma.

Pero, Jesús dijo: “Les dejo un regalo, la paz, que se fundamenta en la práctica de la

justicia, pero les regalo mi propia paz, no esa paz ilusoria que el mundo les da, yo les

doy la auténtica paz a través de la justicia, no se queden tristes, ni tengan miedo.

Juan 14:27 (TCB) 

La paz no es ausencia de tormenta, ¡es paz aun en medio de la tormenta! En medio de

las situaciones que estoy viviendo, aun en medio de aquellas que sean realmente

complicadas, puedo decidir agarrarme a Dios y cantar como el pájaro del cuadro: “A ti

daré mi adoración, a ti Jesús mi buen pastor, quien cuidas de mí y me abrazas, en

medio de la tempestad”.

Hoy quiero pintar en mi lienzo a Jesús abrazándome tan fuerte y yo en sus brazos con

rostro de paz y alegría cantando en medio de la tempestad.